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  • Miguel Ledhesma

La maleta como símbolo del apego humano

Actualizado: 27 mar

¿Cuántas veces te ha pasado que te perdieran la maleta durante un vuelo? ¿Qué tan frecuentemente la maleta ha resultado ser un estorbo por sus dimensiones, peso o costos? ¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu viaje si lo hicieras sin equipaje o con lo mínimo e indispensable?


¿Qué sería lo mínimo e indispensable? Seguramente todos tendríamos una respuesta diferente según nuestro nivel de apego ¿Qué tanto te cuesta decidir qué poner y qué no poner en la maleta? ¿Cuánto de todo lo que llevas realmente terminas usando? ¿Cuánto de lo que llevas podría evitarse sin que te modifique en absoluto la calidad del viaje? ¿Regresas con la maleta más cargada o con maletas extras?


El primer apego que se da en nuestras vidas se refiere al vínculo emocional que se forma entre nosotros niños y nuestros padres. Se manifiesta de diversas formas: como la búsqueda de proximidad, la ansiedad ante la separación, la necesidad de contacto físico y emocional, y la sensación de seguridad en presencia del cuidador.


En ese mismo sentido, el apego material se refiere a la vinculación emocional excesiva o desproporcionada que una persona puede desarrollar hacia objetos físicos o posesiones materiales. Se manifiesta en comportamientos como la acumulación compulsiva de objetos, la dificultad para desprenderse de pertenencias, la valoración excesiva del dinero y las posesiones, y la sensación de seguridad o satisfacción emocional asociada con la posesión de objetos materiales.


Seguramente en estos párrafos introductorios ya pudiste empezar a deducir por qué la maleta es tan significativa para dar cuenta de nuestro apego como adultos:


1. Acumulación excesiva de pertenencias: Una persona con un fuerte apego material podría tener dificultades para seleccionar y limitar sus pertenencias al empacar, llevando consigo más de lo necesario por temor a no tener lo suficiente o a perder algo importante.


2. Ansiedad por separación de objetos: Experimentar ansiedad o incomodidad al separarse de ciertos objetos al dejarlos en casa o al tener que dejarlos temporalmente en el equipaje facturado durante un vuelo. Esta ansiedad puede surgir debido al apego emocional hacia esos objetos y al miedo a perderlos o a no poder controlar su destino.


3. Valoración excesiva de las posesiones durante el viaje: Durante el viaje, una persona con apego material podría centrar su atención y preocupación en la seguridad y el cuidado de sus pertenencias, en lugar de disfrutar plenamente del destino y las experiencias que ofrece el viaje.


4. Dificultad para desprenderse de pertenencias: Al regresar del viaje, una persona con apego material podría experimentar dificultades para desprenderse de las cosas que adquirió durante el viaje, incluso si algunas de ellas ya no son necesarias o útiles. Esto puede deberse a la conexión emocional que ha desarrollado con esas posesiones durante el tiempo que duró el viaje.


En conjunto, estos comportamientos pueden afectar negativamente la experiencia de viaje al generar estrés adicional, limitar la libertad de movimiento y distraer la atención de disfrutar plenamente del viaje y las experiencias que ofrece.


Pero ¿Por qué nos sucede? Las raíces psicológicas y emocionales del apego material pueden incluir experiencias pasadas de carencia o inseguridad, la búsqueda de validación o estatus a través de posesiones, el miedo a la pérdida o la incapacidad para lidiar con la ansiedad emocional de manera saludable. Este tipo de apego puede afectar la calidad de vida al enfocar excesivamente la atención y los recursos en la acumulación de objetos en lugar de invertir en experiencias significativas, relaciones interpersonales satisfactorias o desarrollo personal.


¿Quieres ayuda con lo mínimo e indispensable para llevar solo en una mochila y gestionar mejor tu apego? Lleva solo lo siguiente:


  • Pasaporte, dinero y documentación necesaria.

  • Medicamentos si fuera el caso.

  • Cinco camisetas y piezas de ropa interior y calcetines. Si el viaje durará más tiempo puedes lavar.

  • Artículos de cuidado personal básico si no los habrá en el hotel o no podrás comprarlos en el destino. Con un jabón que te permita lavar cuerpo y cabello, más cepillo y pasta dental puede ser suficiente.


Ten en cuenta para ahorrar espacio:


  • Lleva solo el abrigo, el pantalón y el calzado que llevas puestos.

  • Evita maquillaje y accesorios de todo tipo.

  • Evita también demasiados artefactos tecnológicos. Concentra todo en uno solo.


¿Qué es más importante, lo que llevas en la maleta o lo que vivirás en el viaje? La pregunta es retórica y da pie a la frase con la que durante varios años me despedí en mi programa de radio turístico: "Cuando vayas de viaje lleva poco equipaje porque lo más importante va siempre dentro de ti". Hasta la próxima.


Miguel Ledhesma



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